Como aprende el Perro
Cuando preguntamos a alguien sobre el modo en que un perro aprende algo siempre viene a la cabeza la misma imagen: los famosos perros de Pablov, que salivaban al oír la campanilla que anunciaba su comida. A estas alturas, en pleno siglo XXI, seguir hablando de las teorías de Pavlov para explicar cómo aprende el perro es, cuando menos, quedarse corto. Si bien la amplia difusión que ha tenido esta teoría del condicionamiento clásico ha contribuido mucho a que la gente comprenda que los procesos de aprendizaje del perro no son iguales a los del hombre, y que por lo tanto no se trata de una diferencia de grado: ("el perro es como un ser humano, pero más tonto,"), sino de una diferencia de tipo: el perro aprende otras cosas distintas a las que puede aprender el hombre y por otros mecanismos.
El condicionamiento clásico trae implícita una idea de involuntariedad por parte del perro, es como si el perro aprendiera las conductas sin darse cuenta, sin influir en el resultado, por simple repetición. No podemos comparar este tipo de aprendizaje con el proceso, mucho más complejo, que se desarrolla durante la educación de nuestros perros.
Existen muchos tipos de aprendizaje en el perro, y el condicionamiento clásico es sólo uno de ellos. Hoy nos vamos a ocupar del que nos interesa para adiestrar al perro, el llamado condicionamiento operante.
CONDICIONAMIENTO OPERANTE
Básicamente podemos resumir que el perro aprende por el método del ensayo / error. La idea es muy simple: imaginemos un perro que se encuentra ante una situación nueva para él. El perro puede mostrar una serie de respuestas que en gran medida vendrán determinadas por su herencia genética, esto, en combinación con su experiencia anterior a situaciones similares le dictarán una forma de actuar. Esta respuesta del perro podrá conseguir o no el resultado deseado, modificando la conducta del perro en uno u otro sentido la próxima vez que se le plantee una situación similar.
De esto debemos aprender que las experiencias anteriores influyen sobre el comportamiento futuro. Intentaremos poner un ejemplo para aclararlo.
Imaginemos por ejemplo un perro de una raza de caza, del tipo de "muestra" (de los que se quedan señalando la pieza). Este perro no ha ido nunca de caza, se ha criado como cualquier perro de compañía en una ciudad. La primera vez que se encuentra delante de sí con una perdiz algo dentro de él le dice "espera, quédate quieto un momento, no te abalances aún" esta “vocecilla de la conciencia" es el fruto de la selección genética de la raza durante siglos, escogiendo los ejemplares que demostraban mejores aptitudes para la muestra. Cualquier otro perro probablemente oirá una voz en su interior del tipo de "¿a qué esperas, tonto?" Esta es la forma en la que influye la herencia genética en un perro.
Ahora bien, el dueño de nuestro perro no es cazador, así que el perro espera un rato y la perdiz se le escapa. Tomó una decisión y no logró su objetivo, probablemente la próxima vez que se encuentre ante una pieza de caza no se quede quieto. Esta es la demostración de cómo el resultado de su decisión modifica en el futuro su conducta, superponiéndose incluso a tendencias instintivas.
Por supuesto una sola experiencia no suele determinar de forma definitiva la forma de comportarse, pero el sistema de ensayo/error se repetirá cuantas veces sea necesario para conseguir que el perro encuentre la mejor solución posible para él a un conflicto.
La diferencia primordial entre este tipo de aprendizaje y el condicionamiento clásico radica en que el perro interviene activamente en la situación, elige una respuesta y la ejecuta, por lo tanto es consciente de que sus actos derivarán en un cambio de los acontecimientos futuros.
MOTIVACION
Parece fácil, según lo anterior, deducir cómo va a actuar un perro si conocemos cómo lo ha hecho antes y si ha obtenido premio o no, pero por desgracia no es tan sencillo, en la conducta de un animal influyen otros factores, intentaré explicarlo un poco por encima, evidentemente hablamos de teorías, si todo esto fuera medible tendríamos la llave de la conducta animal, sabríamos como influir en cualquier momento sobre nuestro perro para conseguir lo que queremos.
Como esto es de momento imposible nos tenemos que conformar con entender que esto del aprendizaje es mucho más complejo de lo que parece.
Además de los factores externos ,influyen en cada momento sobre nuestro perro una infinidad de factores sobre los que no podemos actuar.
Por ejemplo, ante un plato de comida, lo lógico es pensar que el animal se acercará a comerla ¿o no? Pues dependerá en gran medida de otras cosas, como por ejemplo si tiene o no hambre, si hay alguna situación de peligro cerca (no se va a poner a comer cuando le está persiguiendo un depredador), si está más motivado por otros estímulos como una perra en celo... en definitiva para evaluar el comportamiento de un perro debemos aprender a valorar la situación en su totalidad, incluyendo en esa valoración la incertidumbre de que ciertos factores son totalmente incontrolables por el hombre, como son los niveles hormonales, etc.
ENSEÑALE
¿Para qué nos sirve conocer todo esto?
En primer lugar para darnos cuenta de que nos hayamos ante un ser inteligente y complejo, pero incapaz de razonar como lo hace un ser humano, por lo tanto para conseguir que haga lo que queremos, sea lo que sea, habrá que trabajar en base a esta teoría del ensayo y el error, es decir, haciendo que el animal ejecute el comportamiento deseado y que esto reporte para él un beneficio a modo de recompensa que favorezca el que ese comportamiento se repita en el futuro.